martes, 30 de junio de 2009

Agradecer en vez de odiar

Todas las relaciones con las que nos enfrentamos en la vida tienen algún propósito que debemos entender y honrar.

Incluso aquellas relaciones que nos han hecho sufrir, amigos, maridos, mujeres, profesores. Pueden ser, sin que lo advirtamos, ángeles que nos han puesto en alguna situación que debemos resolver o que nos han impuesto alguna dificultad para que nos diéramos cuenta de algo importante.

Antes de odiar a esas personas que nos inflingieron algún daño… pensemos.

¿Será que esa experiencia era necesaria para llegar a ser quienes somos ahora? Tal vez debíamos templar nuestra alma para adquirir la fuerza que ahora nos permite enfrentar desafíos importantes.

¿Será que debíamos enfrentarnos a una situación para aprender una lección? Tal vez era importante vivir nuevamente alguna situación que no habíamos manejado bien antes…

Esa persona que nos hizo sentir tanta rabia… tal vez sólo ayudaba a nuestra alma a crecer. Entonces… ¿no será mejor agradecer en vez de odiar?

No hay comentarios: