sábado, 20 de junio de 2009

Todo dolor tiene un sentido

Hay ángeles que se cruzan en nuestras vidas para presentarnos un dolor que debemos vivir para aprender algo en nuestro crecimiento.

Esos dolores darán un fruto de amor que no siempre se comprende a la primera lectura. A veces hay que volver una y otra vez al mismo dolor florecido en el alma para llegar a entender por qué se cruzó en nuestro camino. Pero el proceso de evolución del espíritu bien vale la pena.

Ningún dolor debe quedar sin sentido. Debemos honrar a los que nos han ayudado a encontrarnos con este sufrimiento, buscando la razón de por qué debemos vivir esta experiencia.

Siempre que sentimos una pérdida hay dolor. Pero esa ausencia nos permite emprender alguna tarea que no podríamos lograr si la situación no hubiera cambiado. A veces. por el dolor, se estrechan lazos de amor que antes no valorábamos en su justo alcance, desarrollamos una fuerza que nos permite vivir más fácilmente después, aprendemos a conocernos mejor y a reconocer las señales de felicidad, o asimilamos las fuentes diarias de alegría y paz.

Como sea que nos haga crecer el dolor, debemos descubrir el regalo de amor que viene oculto en él.

No hay comentarios: