sábado, 11 de abril de 2009

Hagámonos conscientes de la realidad.

Tenemos un piloto automático dentro de nuestra mente. Y éste toma el control de muchas actividades de nuestra vida diaria. Todos conocemos ejemplos. Nos vamos a casa y ni recordamos el camino de regreso, vamos absortos caminando y pasamos de largo nuestro destino.

Pero este piloto automático a veces es aún más poderoso y toma bajo su mando todo nuestro día. Desde que suena el despertador, nos vamos al trabajo, trabajamos, regresamos a casa, algunos trámites de rutina, otra vez a la cama, etc. Y podemos vivir así por años. Hasta que de pronto algo nos hace darnos cuenta de que nos hemos sentado al lado del camino a ver pasar nuestra vida como si fuera ajena a nosotros.

Ese algo puede ser una conversación con un amigo, algo que leemos, un pensamiento que surge solo desde nuestro espíritu, una película. Y de pronto nuestra alma resplandece y nos damos cuenta de que queremos gobernar nuestra vida; no queremos que se desenrolle por inercia como si fuera una alfombra por la que cualquiera puede pasar.

Debemos aprovechar ese momento de iluminación. Y construir la vida en la que vamos a plasmar nuestros sueños. Para tomar conciencia de lo que está ocurriendo en nuestras vidas… escribamos. Lo que hacemos, lo que pensamos, en qué usamos nuestro tiempo, los sueños en los que pensamos cuando nadie nos ve… Todo. Leer estos registros nos dará mucha información sobre cómo se está desenvolviendo nuestra vida. Y nos encontraremos con muchas sorpresas, también.

También debemos agradecer la oportunidad de darnos cuenta que podemos asumir nuestra vida en forma consciente. Hay personas que pasan por la vida atrapados en la rutina sin ver nunca la posibilidad de hacerse cargo de sus vidas. Si nosotros hemos vislumbrado siquiera la eventualidad de salir de esta inercia podemos sentirnos felices, porque éste es el primer paso para forjarse una vida nueva, más propia, más sana, mejor.

No hay comentarios: