martes, 10 de marzo de 2009

Nosotros elegimos nuestro estilo de vida

Los hábitos que elegimos se hacen invisibles con el paso del tiempo. Nos acostumbramos a saltarnos el desayuno, a comer colaciones tipo chatarra en vez de llevar algo preparado desde la casa, a fumar, a sentarnos largas horas frente al televisor cada noche. Y no tenemos inquietud ni curiosidad por saber si estamos protegiendo o descuidando nuestra salud. Estos hábitos silenciosos se instalan en nuestras vidas con tal fuerza, que llegamos a pensar que los hábitos nos han elegido a nosotros y no al revés.

Incluso pensamos que no podemos modificarlos, o que no queremos hacerlo, para evitarnos el desgaste de energía que significa romper la inercia. A todos nos ha pasado. De alguna forma justificamos esas costumbres que sabemos que no son del todo sanas, pero que sería trabajoso romper. Nos convencemos de que no tenemos tiempo, de que es mejor esta rutina que alguna otra más dañina, etc. Seguimos consumiendo una cantidad exagerada de bebidas o evitando hacer ejercicio.

Para no engañarnos prioricemos. ¿Qué es lo que más nos importa? ¿Quiénes son los que más nos importan? ¿Cómo disfrutamos más de nuestra vida? ¿Cómo atendemos mejor las necesidades de los que tanto queremos? ¿Estando sanos o atados a un estilo de vida que nos hace envejecer a una velocidad exagerada? Si intentamos ordenar de mayor a menor todas las posibles gratificaciones de nuestra vida será más fácil decidir qué prácticas debemos conservar y cuáles debemos desechar. Hagámoslo lento, no todos los cambios a la vez; pero sin pausa, para construir, cada día, una vida más sana, una vida mejor.

Para algunos consejos prácticos que pueden ayudarle en este camino, visite www.estilosaludable.org

1 comentario:

Mi fuente dijo...

Felicitaciones! Me encanta tu blog. Estaba buscando algo exactamente...