jueves, 23 de julio de 2009

El valor de un amigo

Después de conversar con un par de amigas me quedé pensando en lo afortunada que soy al tener los amigos que tengo. Porque están ahí cuando los necesito. Porque me dan su cariño. Porque crecemos juntos.

No siempre busco algo trascendente en la amistad. A veces es sólo estar cerca. Puede ser, entonces, que busque al que esté más cerca para que entibie mi mano. O puede ser que añore la presencia de alguien en especial. A veces es algo más complejo. Y buscaré al amigo que mejor sepa ayudarme a descubrir la solución. A veces será un recuerdo que vuelve a la memoria, de momentos agradables que quiera traer de nuevo.

Cada amigo se cruza en nuestro camino por alguna razón que le es propia. A veces nos ponen por delante lecciones que debemos aprender, a veces es el apoyo que necesitamos para enfrentar algún desafío, a veces es sólo amor que se manifiesta en la forma más pura.

El valor de cada amigo hay que descubrirlo en el camino de esa amistad. Es parte del juego. Y ese descubrimiento puede abrir las puertas de un gran crecimiento interior o hacer crecer el amor que ya existe. De cualquier forma, entender cada vínculo está lleno de sorpresas que vale la pena vivir.

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