domingo, 9 de agosto de 2009

Somos dueños de nuestros pensamientos

Nadie puede intervenir pensamientos ajenos, cada persona crea lo que quiere. Si pensamos depresivamente habrá tristeza. Si pensamos con esperanza y amor habrá una luz infinita en nuestro camino. Los pensamientos son tan propios y privados que nadie, por más daño que quiera hacernos, puede imponernos.

Si creamos los pensamientos propios, podemos también decidir, conscientemente, abandonar pensamientos de miedo, de rabia, de dolor. Y reemplazarlos por alegría, tranquilidad y gratitud.

¿Lo había pensado? Sólo usted define lo que piensa. Sea que elija ver la sonrisa o el gesto duro. Sólo usted.

1 comentario:

Ahlejandro dijo...

admito me entretuve aquí, ... hay bastante para aprender ...